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MONUMENTOS

Castillo de Almansa

El Castillo de Almansa, el más representativo de Castilla la Mancha y uno de los más hermosos de España, está encaramado sobre el Cerro del Aguila, un escarpado peñascal que eleva su espectacular silueta sobre la llanura almanseña.

El Cerro del Aguila tiene forma amesetada, alargada de norte a sur; el castillo se adapta a la abruptas formas de la roca creando un conjunto armónico entre la obra de la naturaleza y la mano del hombre.

Castillo de AlmansaSin duda este monumento es el símbolo de la ciudad y recrea la vista a los viajeros que circulan por la autovía , bordeando las sierras del Mugrón y de Almansa. Estamos ante una fortaleza fronteriza medieval entre los reinos cristianos de Castilla y Aragón y el reino musulmán de Murcia; actualmente está enclavada entre las provincias de Albacete, Valencia, Alicante y Murcia; que configuran a la ciudad de Almansa como un importante nudo de comunicaciones.

Los orígenes del Castillo de Almansa se remontan al período almohade, cuya forma característica de construcción, el tapial, queda hoy patente en alguno de sus muros, siendo esta parte la más antigua conservada en el castillo.

En la época árabe, Almansa, perteneció al reino de Murcia. Hacia el siglo XIII se inició la conquista de estas tierras por los cristianos aprovechando las desavenencias entre los reyes moros murcianos y sus vecinos. Pero no fue hasta el reinado de Fernando III de Castilla, << el Santo >>, cuando parte del reino de Murcia se rindió ante el infante Alfonso, luego Alfonso X << el Sabio >>.

En España se entró en un período de enfrentamientos entre Alfonso X y su suegro Jaime I << el Conquistador >>, para delimitar los territorios entre los reinos de Castilla y Aragón, siendo Almansa uno de los límites de la Corona de Castilla.

En el siglo XIV, el castillo pasó a manos del infante don Juan Manuel que lo mandó reconstruir sobre las fortificaciones musulmanas, diferenciándose claramente la mampostería cristiana del tapial árabe.

En aquella época Almansa acabó formando parte del Señorío de Villena, los Manuel ostentaban el título de Señores de Villena. El Señorío pasó después a Alfonso de Aragón - primer Castillo de AlmansaMarqués de Villena - hasta que Enrique IV, ya en el siglo XV, lo entregara a Juan Pacheco, segundo Marqués de Villena. Es este un momento muy importante para el castillo, ya que Juan Pacheco realizó muchas de las reformas que han llegado hasta nuestros días, entre las que destacan la construcción de la torre del homenaje, las barbacanas de acceso y las troneras para las armas de fuego.

En el tercer cuarto del siglo XV se desarrolló en la península la guerra entre Juana la Beltraneja y los Reyes Católicos. El Marquesado de Villena apoyaba a la Beltraneja, mientras que la población de Almansa, oprimida por el el Marqués, tomó parte en favor de los Reyes Católicos recibiendo una serie de privilegios a cambio.

Con la victoria de los Reyes Católicos, Almansa pasó a formar parte de la corona. El rey envió a la zona al capitán Luis Eriquez de Navarra con su compañía de caballería. En 1487 se afincó en Almansa definitivamente. Su biznieto Marcos Enriquez de Navarra fue nombrado Alcaide perpetuo del Castillo y Fortaleza de Almansa, título que han seguido ostentando sus descendientes.

A partir del siglo XVI, al igual que otros muchos castillos españoles, el de Almansa entra en una largo proceso de abandono ya que sus principales funciones quedan en desuso, con el lógico deterioro que esto conlleva. En el año 1919 el alcalde de Almansa denunció el estado ruinoso del castillo, y solicitó permiso para su demolición. Gracias a los informes realizados por la Real Academia de la Historia y la Real academia de Bellas Artes de San Fernando, en contra de la petición del Ayuntamiento, el Castillo de Almansa no sólo se salvó, sino que además, por Real Orden de febrero de 1921 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.

En 1952 el castillo experimentó una profunda restauración en su periferia. En el interior no reconstruido, solo quedaron unos escasos restos que permiten conjeturar su primitiva configuración. Durante las obras realizadas se descubrió una bellísima escalera de caracol que desde la torre del homenaje da acceso a la terraza superior de dicho torreón. En 1990 se puso un marcha un proyecto de reparación y estabilización de los agrietamientos, que consistió básicamente en el cosido de los estratos rocosos, mediante la colocación de anclajes y recalce de las murallas con inyecciones de cemento. Se colocaron diez vigas-contrafuertes para la recogida de las cabezas de los anclajes, que se pueden apreciar en el flanco oriental.

El sector oriental del Cerro del Aguila, es de vertientes muy pronunciadas y de difícil acceso. La parte opuesta posee pendientes más suaves y por ella se encaraman la casas del barrio que llegan prácticamente al pie de los muros.

Desde la Plaza de Santa María se accede al castillo por una amplia escalinata o, si se prefiere, se pueden recorrer las peculiares callejuelas que lo circundan. Por ambos caminos se llega al primer punto de encuentro del conjunto; se trata de una cancela de hierro. El castillo está formado por dos recintos escalonados, ambos defendidos por torres semicirculares y lienzos almenados.

El recinto inferior del castillo posee dos puertas de acceso; la del lado oeste, por la que se entraba a pie y a caballo a través de su imponente barbacana, es la que actualmente se utiliza. Continuando el recorrido se llega al actual patio de armas, atravesándolo se encuentra la puerta del lado este por la que se accedía con carros y carruajes.

Desde el patio, subiendo por una empinada escalera, se accede al segundo recinto, en el centro del cual se alza la majestuosa torre del homenaje. Este torreón es de planta cuadrada, con mampostería y sillería. De los dos pisos que hubiera se conserva el inferior. Su bóveda presenta una cubierta interior de crucería gótica con nervios de piedra y elementos de ladrillo.

En la zona superior de la torre se encuentra una terraza almenada, a la que se accede por una escalera de caracol tallada en la roca con elementos de cantería, que se considera una maravilla dentro del gótico de la zona.

Los almanseños, aunque llenos de orgullo, nunca podrán agradecer lo suficiente a su majestuoso castillo lo que hoy en día han llegado a ser, la ciudad de Almansa ve la luz en estos terrenos gracias a que un día en un peñasco nació un castillo ...

Palacio de los Condes de Cirat

Palacio de los Condes de CiratEl Palacio de los Condes de Cirat, conocido como Casa Grande, se levanta en la Plaza de Santa María, junto a la Iglesia de la Asunción. A su espalda se encuentran los jardines del Palacio del Marqués de Montortal.

En esta plaza estuvieron los edificios más importantes de la villa: la iglesia, el castillo, el ayuntamiento... En el solar donde se construyó la Casa Grande hubo un mesón.

Fue mandada construir por Alfonso de Pina, miembro notable de la nobleza almanseña, hacia el último cuarto del siglo XVI. Nada se sabe sobre los artífices de este palacio, aunque se percibe cierta relación con la obra de uno de los principales exponentes del manierismo español, el arquitecto jienense Francisco del Castillo.

Desde el siglo XV la familia de Ximén de Pina aparece asentada en Almansa. Sus orígenes se encuentran entre los caballeros aragoneses que acompañaron al rey Jaime I en la conquista de los reinos de Valencia. Alfonso Pina fue el primer propietario de la Casa Grande.

En 1793 pertenecía al Conde de Cirat, Miguel de Catalá y Calatayud, que tenía el titulo de Grande de España (de ahí puede venir lo de Casa Grande). Pasó después a los Marqueses de Montortal, hasta que en 1992 fue adquirida por el Ayuntamiento.

La fachada principal se abre a la Plaza de Santa María. Su portada, ligeramente desplazada del centro, está dividida en dos cuerpos: el inferior posee a ambos lados de la puerta columnas fajadas almohadilladas. Este fajamento rústico se extiende hacia el segundo cuerpo y a los ventanales.

El tema principal del segundo cuerpo es la heráldica, apareciendo en el centro el escudo del linaje de los Pina, sujetado por dos niños tenantes. A ambos lados se sitúan dos figuras humanas toscamente talladas.

Desde un zaguán con arco rebajado se accede al patio central porticado que funciona como distribuidor de espacios habitables; esta estructura no varía del concepto palaciego del siglo XVI, diferenciándose claramente el exterior del interior.


Patio de planta cuadrada rodeado por arcos sostenidos por columnas jónicas.

Palacio de los Condes de CiratEste patio se distribuye en dos plantas, con una galería con tres arcos de medio punto en cada frente sostenidos por columnas jónicas, estructura que se repite en el piso superior. En la enjutas de los arcos se duplican los motivos del escudo de la fachada principal. Sobre la puerta sur, por la cual se accede al jardín, aparece un escudo similar al que representa en la fachada principal pero de menor tamaño y peor estado.

La puerta oeste también da al jardín, cubriendo este vano se encuentra la portada del siglo XVIII procedente del antiguo asilo, incorporada al edificio en los años sesenta. Por la portada norte se accede a las dependencias y a ambos lados hay dos ventanales con rejería de buena forja.

A partir de 1992 se puso en marcha la restauración centrada en la recuperación de las zonas esenciales del edificio: la fachada principal y el patio central.Palacio de los Condes de Cirat

El 11 de mayo de 1996, tras finalizar las obras de restauración, la Casa Grande fue inaugurada como nuevo Ayuntamiento de Almansa. Al antiguo palacio de los Condes de Cirat se le adosaron las dependencias, de nueva construcción, que albergan las instalaciones municipales.

En el Salón de Plenos, situado en la planta baja, se encuentra un cuadro al óleo pintado entre 1986 y 1994 por el almanseño Paulino Ruano, que representa la Batalla de Almansa, reproducción del original que se encuentra en el edificio de la Generalidad Valenciana.

Hoy, la principal función de la Casa Grande es ser la sede del Ayuntamiento de Almansa, sin dejar a un lado el disfrute por los ciudadanos y visitantes de sus jardines, así como el deleite en la contemplación de su belleza arquitectónica y escultórica.


Iglesia de la Asunción.

Iglesia de la AsunciónConstruida a partir del siglo XVI. Nave de estilo Gótico y portada Renacentista.

Debido al crecimiento de la población, a principios del siglo XVI, la vieja Iglesia de Santa María, situada en las faldas del castillo, había quedado pequeña. En 1524 el concejo hizo todo tipo de gestiones para conseguir la edificación de un templo más grande. El 30 de abril de 1524 se pidió al Obispo de Cartagena y a los visitadores de la diócesis que señalaran el lugar idóneo para ubicar la nueva iglesia. Optaron la plaza pública, en plena zona de expansión de la villa, al lado de la rambla.

Los terrenos elegidos eran propiedad del regidor almanseño, Alonso Pina y, ante su desacuerdo para la cesión, el Gobernador del Marquesado de Villena, Licenciado de Lugo, le obligó a venderlos.

La construcción de la Iglesia, como la mayor parte de las de la zona, abarcó un largo período de tiempo, en mayor medida debido a problemas económicos, a los que se han de sumar los ocasionados por el tipo de terreno en el que sustentaban los cimientos, circunstancia que fue provocando sucesivos estados de ruina en el edificio.

Dada la larga duración y las múltiples vicisitudes de las obras, distintos maestros intervinieron en el proceso constructivo de la Iglesia de la Asunción:

  • En 1524 se señalaron y tasaron los solares sobre los que sería edificada
  • De 1524 a 1526, el maestro Marquina excavó los cimientos.
  • En 1526, el Maestro Pedro realizó la traza de la nave.
  • De 1530 a 1538, bajo la dirección del Maestro Juan de Aranguren, se levantaron los muros de la nave, los contrafuertes, las capillas laterales, una falsa cubierta de madera y, en la Capilla Mayor, los cuatro arcos con sus correspondientes bóvedas de curcería.
  • De 1558 a 1572, Juanes de Segura añadió más contrafuertes y consolidó las bóvedas de la Capilla Mayor.
  • En 1579, Juan de Urrea realizó una nueva falsa cubierta.
  • De 1619 a 1624, Francisco de Figuerola, dirigió la traza definitiva de la fachada.
  • De 1630 a 1650 se terminaron la Sacristía y la Sala del Cabildo.
  • De 1666 a 1675, Melchor Luzón levantó bóvedas sustentadas sobre arcos fajones en todo el edificio.
  • De 1690 a 1779, se construyeron la Capilla de la Comunión y la única torre de ladrillo, de las dos proyectadas.
  • De 1789 a 1805, Bartolomé Rivelles realizó el ábside y una nueva cubierta sustentada sobre tabiques de ladrillo, ya que en 1784 se hundió la Capilla Mayor. El interior se decoró con estilo neoclásico.
  • En 1925, con motivo de la Coronación de la Virgen de Belén, Patrona de Almansa, se realizaron obras de mejora entre las que se destacan la pintura de los muros y la incorporación del suelo de mármol en toda la nave.
  • De 1986 a 1987 se realizaron las últimas obras de restauración en base a un proyecto presentado por Eduardo Barceló en 1984. Dicho proyecto fue promovido por la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, consistió básicamente en la realización de una nueva cubierta con cerchas metálicas.

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción muestra una amplia nave central con bóveda de cañón y capillas laterales entre contrafuertes coronados por cornisas y bolas de cantería. La fábrica es de mampostería, estando los contrafuertes en su cara externa rematados por sillares. Las capillas laterales conservan bóvedas de crucería y nervaduras.Iglesia de la Asunción

En la cabecera de la nave, el ábside está formado por una bóveda de cuarto de esfera, que descansa sobre un entablamento sostenido por columnas corintias . Se piensa inspirada en la capilla del Palacio Real de Versalles. Exteriormente, se distingue por sus contrafuertes de ladrillo.

La fachada principal es de sillería y presenta dos cuerpos que flanquean un arco de medio punto. En el cuerpo inferior, un entablamento descansa sobre cuatro columnas dóricas enmarcando la puerta, cuyas enjutas sirven de marco al tema de la Anunciación. En el superior, aparece un segundo entablamento sustentado por cuatro columnas jónicas romanas, que guarda en su centro un grupo escultórico referente a la Asunción. Rematando todo el conjunto, hallamos una gran venera.

La torre, en el lado del evangelio, está formada por dos cuerpos barrocos fabricados de ladrillo macizo. El inferior, o de campanas, presenta un apilastrado dórico, y el superior la remata con elementos barrocos tardíos.

La iglesia fue declarada Monumento Histórico Artístico el 13 de abril de 1983.

Iglesia de la AsunciónLa Capilla de la Comunión, se adosa a la iglesia por el lado del evangelio, es de planta de cruz latina, cubierta por bóveda de cañón con lunetos y cúpula sobre pechinas en el crucero. Posee tres arcos laterales en hornacina.

En su portada aparecen pilastras estriadas sobre basas, que soportan un friso con triglifos y metopas. Sobre la cornisa se presenta un frontón partido con una hornacina entre pilastras y volutas, que acoge un bajorrelieve de tema eucarístico. Este conjunto se encuentra rematado por otro frontón curvo con huecos lobulados a los lados.

En 1993 se acondicionó el interior de la iglesia, se pintaron la nave, las capillas y el ábside y se sustituyeron algunas baldosas de mármol del suelo. El friso se decoró en estuco verde vejiga y las columnas del presbiterio se estucaron imitando mármol rosa. Los capiteles se limpiaron y apareció su color dorado original.

En 1996 también se restauró el interior de la Capilla de la Comunión, decorando la nave y capillas laterales, así como reformando el retablo del altar mayor.

Iglesia de las Agustinas.Iglesia de las Agustinas

El Convento de las Agustinas, fue fundado en el siglo XVII, al que en el 1.704 se le añadió una iglesia debida a Juan Fauquet. Ésta, de una sola nave, con capillas laterales entre contrafuertes, coro alto en los pies de la nave, crucero con cúpula y cabecera plana, tiene lo más singular del conjunto en su fachada, en cuya portada aparecen dos columnas salomónicas sobre pedestales que sostienen un entablamiento quebrado con un gran florón central y un alto-relieve de temática eucarística enmarcado en pilastras cajeadas-esviada. En la clausura se conserva el busto de una dolorosa y un niño Jesús de 1.801, atribuido a Roque López.


Ermita de San Blas

La ermita se encuentra situada en la avenida de Carlos III, en el paraje conocido con el nombre de San Blas. Se sabe poco acerca de su origen, posiblemente sea un edificio del siglo XVII, ya que hay indicios de que pueda ser la ermita que aparece en el cuadro de la Batalla de Almansa, de 1707, con en nombre de San Salvador.

Ermita de San BlasSe piensa que a lo largo de los años ha cambiado de nombre varias veces; en 1756 estaba bajo la advocación de Nuestra Señora de los Desamparados, y a finales del siglo XVIII o principios del XIX pasó a llamarse ermita de San Blas.

Perteneció a diferentes familias locales, siendo los Ulloa los últimos propietarios. Des su cuidado se encargaba una << Santera >>, la última fue Eugenia Villaescusa Guirao.

Tuvo un papel relevante en las tradiciones, y llegó a ser centro de gran interés en el que se realizaban diferentes actos religiosos.

Para celebrar la festividad de San Blas se organizaba una feria con puestos ambulantes y galeras, se realizaban rifas, se bendecían rollos decorativos adornados con lanas de colores (que llegaban a ser auténticos prodigios artesanales) y se repartía el << Pan Bendito >> que, según dice la tradición, había que comerlo para que trajera buena suerte.

San Blas es el abogado de las gargantas y como ofrenda le llevaban garrafas de aceite, con el que se realizaban la típicas << mariposas ardientes >>, poniendo este aceite con agua en un cuenco de forma que flotara, un cartón con corcho y una mecha encendida. Estas mariposas permanecían mucho tiempo iluminando la ermita.

En la Guerra Civil se destruyó el interior y, a fin de que fuese restaurada, la ermita fue donada al Ayuntamiento, aunque por problemas económicos no pudo llevarse a cabo dichas restauración. La ermita dejó de ser un lugar dedicado al culto se secularizó albergando unas veces aperos de labranza, otras el vacío e incluso un transformador eléctrico, llegando así hasta el momento en el que se realizaron las últimas restauraciones.Ermita de San Blas

Es un edificio barroco, posiblemente de los siglos XVII y XVIII, de planta cuadrada de aproximadamente ocho metros de lado, a la que se adosa por el este un camarín rectangular. Los muros son de mampostería de piedra caliza sin aparejar, con enlucido exterior y pequeños ventanales en la parte superior y en el camarín. La cubierta es una cúpula sobre falso tambor, rematada por una veleta de forja única. En el interior destaca la decoración vegetal a modo de bajo relieve, pintado con colores llamativos sobre fondo blanco. La temática de estas yeserías policromadas, de estilo barroco, es mariana. Se pueden ver cuatro hornacinas, que podrían haber albergado a los cuatro evangelistas que se encuentran representados en la parte superior junto a angelotes. San Blas estuvo en otra hornacina, en el lado izquierdo de la nave. En el frontal se abre el camarín, hace tiempo delante de éste hubo un retablo barroco dorado con una imagen de la Virgen de los Desamparados.

En las últimas obras se encontraron restos de azulejería valenciana, azulejos que pudieron haber decorado las basas de las pilastras o tal vez el suelo, ofreciendo un espectáculo de luz y color cuando las << mariposas >> se encendian.

El Plan del Conjunto Histórico de Almansa protege la Ermita de San Blas, lo que permitió, en 1984, comenzar su restauración con el fin de que albergara la Oficina de Turismo. La rehabilitación se realizó respetando las características formales y constructivas del edificio, en base a tres proyectos: cimentación; restauración del interior y ajardinamiento.

Así Almansa cuenta con un nuevo proyecto turístico, y la ermita de San Blas vuelve a tener relevancia en la vida local como la tuvo antaño.


Puente de Carlos IV

Puente de Carlos IVAccediendo a Almansa, desde la autovía (salida 586), por la antigua carretera de Madrid, se encuentra situado el Puente de Carlos IV, junto al polígono industrial.

De su situación se deduce la importancia, sobre todo funcional, que este puente supuso para la ciudad, ya que el paso por él era casi obligado para los que accedían o salían de la población. A ello se suma actualmente la circunstancia de estar junto al polígono industrial, que implica el tráfico de vehículos pesados.

En 1580 se desvió el cauce de la rambla que pasaba por el centro de la ciudad, excavando otro, conocido como Rambla Nueva. Más tarde, para salvar su curso, se construyó el puente, teniendo como misión asegurar la importante vía de comunicación en la salida del Camino Real hacia Madrid.

Es una construcción del siglo XVIII. En la placa conmemorativa, situada en el centro del puente, hay una inscripción en la que aparte de mencionar a Carlos IV (1788-1808), aparece la fecha de 1791. Estudiando su perfil, se trata de un puente de tres ojos con arcos de medio punto y tajamares triangulares de sillería, rematados por pirámides dentadas. A ambos lados del puente existen taludes de mampostería cuya misión es definir y ordenar el cauce de la rambla, en su entorno, que llega a prolongarse más de cien metros aguas arriba.Puente de Carlos IV

Su planta muestra tres tramos con dos pilas centrales y dos estribos. Cada extremo del puente se ensancha creando dos glorietas ochavadas muy singulares. La longitud total del puente, incluidas las dos rotondas, es de 60 metros y el ancho de 11 metros. Las bóvedas son de ladrillo con forma de medio cañón, sobre éstas se encuentra la imposta, recorrida de gárgolas que desempeñan la función del desagüe del tablero. Sobre la imposta se apoya el pretil de piedra caliza de grandes dimensiones y extraordinaria presencia dando un aspecto definitorio de su imagen. Ambos elementos se extienden a las dos rotondas, cerrando los ensanchamientos en los que se crean zonas de estancia con bancos.En la construcción de este monumento se alternan la fábrica de ladrillo macizo con la sillería y singularmente la mampostería. El aglomerante es cal hidráulica y piedra caliza.

En 1997 se inició la restauración ya que el puente presentaba deterioros importantes en su estructura y diferentes daños en la fábricas de sillería, ladrillo y mampostería. En Marzo de 1999 se inauguró la obra terminada.

Las obras no afectaron a la estabilidad del puente, sen centraron en la consolidación y restauración del monumento, reemplazo del pavimento e instalación de iluminación. El puente está protegido por el Plan Especial del Conjunto Histórico de Almansa.


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